La Provincia pidió endeudarse por más de mil millones de dólares y suspender deudas municipales, mientras los intendentes advierten que la crisis fiscal amenaza con paralizar los pagos. Cargan la responsabilidad al ajuste de Javier Milei.
Mientras Axel Kicillof solicita a la Legislatura autorización para endeudarse por el equivalente en pesos a U$S 1.045 millones y suspender deudas que arrastran los municipios desde la pandemia, en la provincia de Buenos Aires se encienden las alarmas: crece el número de intendentes que advierten que no pueden pagar salarios ni aguinaldos.
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, confirmó que varios jefes comunales se comunicaron en los últimos días alertando por el estado crítico de las finanzas locales: hay reducción de sueldos, pagos en cuotas y una creciente preocupación por el aguinaldo de mitad de año. “Hay municipios que vienen pagando en cuotas y están muy preocupados por el pago del aguinaldo”, dijo en conferencia de prensa.
Bianco atribuyó la crisis directamente a las políticas económicas del Gobierno nacional. “Esto ya se está viendo muy fuertemente en el comercio, en la industria, en la construcción y también en las arcas del Estado”, advirtió.
El panorama se agrava por la caída de los ingresos por coparticipación, que en marzo se desplomaron a $911.000 millones, frente a los casi $1,1 billones de enero. Sin Presupuesto aprobado ni acceso al endeudamiento, la situación fiscal de la provincia y de los municipios se vuelve insostenible.
El ministro de Hacienda, Pablo López, también se refirió al tema y explicó que el paquete económico que el Ejecutivo envió a la Legislatura incluye herramientas para financiar gastos urgentes. Además de la posibilidad de endeudarse, plantea suspender temporalmente las deudas municipales generadas durante la emergencia sanitaria. “El ajuste del Gobierno nacional impacta en las finanzas provinciales por el recorte de transferencias no automáticas del 80% real; una fuerte caída de la recaudación del 10%; y mayor presión sobre los gastos por el retiro de la Nación de sus funciones”, sostuvo.
En el interior bonaerense, varios intendentes ya tomaron medidas de emergencia. En Villa Gesell, Gustavo Barrera decretó la emergencia económica. En Saavedra, el vecinalista Matías Nebot anunció una rebaja del 13% en los sueldos de funcionarios y concejales. “Es una decisión difícil, pero la hacemos para evitar un mal mayor: no poder pagar sueldos”, explicó.
En Guaminí, el intendente José Nobre Ferreira congeló sueldos, recortó horas extras y suspendió subsidios a instituciones sociales y educativas. Y en Coronel Rosales, Rodrigo Aristimuño admitió que si bien no recortará salarios, hay “muchísima preocupación” por el pago del medio aguinaldo.
La combinación del ajuste nacional, la falta de recursos y el deterioro económico ya golpea a las puertas de cada municipio. Y muchos temen que el impacto más fuerte todavía esté por venir.